miércoles, 31 de agosto de 2011

Política y sociedad: agradable sorpresa



Vietnam está gobernado por un régimen comunista. Eso, a priori, implica burocracia y falta de libertad, así como desmotivación de la población ante el turismo y las actividades económicas que lo rodean. Sin embargo no todo tiene por que ser tan previsible, a veces nos llevamos sorpresas.

Obtuve el visado en la embajada de Vietnam en Madrid a través de un familiar (también se puede hacer por correo fácilmente) y en una semana lo tenía. Mucha gente prefiere hacer los trámites en el aeropuerto al llegar al país pero a mí me resulta más incómodo, al bajarte del avión siempre estás deseando recoger tu maleta, salir del aeropuerto y empezar las vacaciones. El control de pasaportes fue rápido y cordial, sin miradas de arriba abajo ni otras situaciones suspicaces que, tengo que reconocer, me esperaba.

El siguiente aspecto que me sorprendió fue la casi total ausencia de policía en las calles. Vimos muy pocos y casi siempre en labores relacionadas con el tráfico, a excepción de la zona del Mausoleo de Ho Chi Minh en Hanoi (que además coincide con multitud de embajadas extranjeras). Íbamos con la idea de dejar los pasaportes siempre a buen recaudo en el hotel y con una fotocopia encima para poder identificarnos ante la pasma. Pues bien, en todo el tiempo no se nos acercó ni un solo policía ni tuvimos la sensación de estar siendo controlados ya fuera en las zonas turísticas o en una ciudad como Hanoi en la que puedes recorrer calles y calles sin ver a otro occidental.

En cuanto a los vietnamitas tengo que decir que no daban la imagen propia de un pueblo oprimido: triste, huidizo, atemorizado, … son gente alegre, muy activa, visten como les da la gana (ya sea en pijama, con look rockero o en plan posturero, muy pijos ell@s) abundan los teléfonos móviles (siempre con cobertura, sea en mitad del mar o en lo más apartado de las montañas de Sapa), en cualquier tejado ves antenas parabólicas, por todos lado hay acceso wifi a Internet (redes sociales incluidas). Respecto a la desmotivación nada más lejos de la realidad, continuamente intentan hacer negocio y te ofrecen sus servicios o productos de todo tipo. Eso sí, sin atosigarte ni pretender timarte mediante el típico sistema de volverte loco como es habitual en Oriente Medio.

Otra cosa interesante es la visión de la guerra y sus consecuencias. Para la inmensa mayoría de la población es historia ya que el 70% no había nacido cuando esta acabó. En el sur son bastante visibles las consecuencias del agente naranja pero conviven con ello sin mayores problemas. No olvidemos que ganaron la guerra contra los USA y eso les hace sentirse muy orgullosos. Y el vencedor puede perdonar y olvidar más fácilmente. Para los vietnamitas de hoy, Estados Unidos simplemente significa "business"

Todo lo que he dicho no quiere decir que aquello sea un paraíso de la libertad y el progreso social. Imagino que los que intente “meterse en política” tendrán serios problemas. Y para los turistas se hace muy difícil moverte por el país totalmente por libre. Nadie te lo impide pero a veces llegar a una estación, encontrar donde comprar el billete, enterarte de donde sale el tren (en ocasiones desde otra estación),… se complica tanto que te acabas poniendo en manos del personal del hotel que te lo soluciona todo a precios muy competitivos (generalmente más barato que en Internet). Quizás sea una forma de controlar a los guiris.

Resumiendo, no defiendo la dictadura que gobierna Vietnam (ni ninguna otra) pero como decía Tere a menudo “que pena que Cuba no pudiera ser así” (no hemos estado en Cuba pero todo lo que nos han contado quien sí ha estado nos hace ver que hablamos de dos comunismos distintos).

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